viernes, 4 de septiembre de 2009

¡Tenemos que realizar un seguimiento médico de nuestras varices!

A partir de los 40 años y si en su familia hay antecedentes de varices, tiene un 50 por ciento de probabilidades de desarrollar esta enfermedad. Lo ideal es consultar a un médico para evitar complicaciones. En la mayor parte de los casos se presentan síntomas como la sensación de pesadez y tensión, calambres, hormigueos e incluso fuertes dolores en las piernas, incluso hay quienes nunca experimentan estas molestias, pese a tener la enfermedad.
Actualmente existen hábitos como la falta de actividad física, el sedentarismos, etc que pueden desembocar en serios problemas de circulación sanguínea que, más allá de producir inflamación en los tobillos y en los pies producen una dilatación de las venas de las piernas hasta aumentar su tamaño y hacerlas visibles con un cambio en la coloración de la piel.
El 20 por ciento de todas las personas con este mal evolucionan a estadios severos, de ellos cerca del 1 por ciento sufre complicaciones, como úlceras varicosas; u otras complicaciones como es la tromboflebitis, que es la formación de coágulos sanguíneos dentro de las venas, causada por el reposo prolongado o por la acción de algunas hormonas femeninas (anticonceptivos). Existen otras circunstancias como la permanencia mucho tiempo en la misma posición, sentados o de pie, como ocurre con viajeros de avión, camión, o trabajadores de cierto tipo de actividades los peluqueros, los chefs y las azafatas.
Por este motivo debemos realizar un control médico de nuestras varices al igual que de cualquier otra enfermedad.
Como prevenirlas:
Mediantes diversas técnicas preventivas es posible retrasar la progresión de esta enfermedad e incluso aliviar los síntomas cuando ya se tiene. Si ese es su caso, tenga en cuenta lo siguiente:
§  Levante las piernas: como las várices son venas débiles y sin fuerza para devolver la sangre al corazón, al levantar las piernas se evita que éstas se llenen y ayuda a descongestionarlas. Levántelas por encima del nivel de las caderas.
  • Masaje: haga un masaje fuerte, desde los tobillos hacia el corazón (como exprimiendo las piernas). Repita esta operación varias veces.
  • Afloje la ropa: las prendas apretadas aumentan el problema, olvídese de las fajas.
  • Sea activo: haga ejercicio aeróbico durante 40 minutos al día. Corra, trote, nade, monte en bicicleta, baile o patine. Al finalizar, haga estiramiento de todos los músculos.
  • No fume: El cigarrillo aumenta el problema venoso; no hay ninguna razón para que mantenga este mal hábito. Baje de peso. El sobrepeso y la obesidad aumentan la congestión en las piernas. Anticonceptivos.
Cómo tratarlas
Lo más aconsejable es que aquellas personas afectadas por este mal consulten a un médico especialista, para evitar complicaciones. No existen en el mercado medicamentos capaces de curar las venas várices.
Sin embargo algunos son un complemento adecuado para contrarrestar este mal. La única forma de corregirlo es con tratamiento médico y quirúrgico, como los siguientes:
  • Radiofrecuencia o diatermia: es un procedimiento durante el cual se usa energía para relajar y ayudar la evacuación de las venas, a través de maquinaria especializada.
  • Esclerosis fotodinámica con láser: es un procedimiento con fibra de láser y con pequeñas inyecciones en los vasos sanguíneos que suele requerir de varias sesiones. Debe ser aplicado por un especialista.
  • Cirugía: es recomendada en casos severos; no tiene contraindicaciones y su beneficio se aprecia a largo plazo.



Por último hablemos algo sobre las medias de compresión:
Las medias de compresión graduada ayudan a prevenir y a atenuar la insuficiencia venosa, porque ejercen una compresión gradual en las piernas (oprimen más la zona de los tobillos y menos la de los muslos). Esto hace que, de manera dinámica, se estimule la circulación hacia arriba, haciendo que la sangre viaje con mayor facilidad hacia el corazón.
Hay que tener claro que existen varios niveles de compresión, pues las hay para distintos estadios de la enfermedad. A diferencia de las medias convencionales, estas tienen la capacidad de impedir que la sangre se acumule en las venas, con lo cual se alivian las molestias e incluso se retardan las complicaciones.
Están indicadas para toda persona con várices, que haya sido sometida a cirugía por esta causa o que por su actividad permanezcan mucho tiempo sentadas o mucho tiempo de pie.
Si quiere obtener más información puede consultar las siguientes páginas web:





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